Normas
para el buceador diabético con DMID
Cuando comenzó a regularse la
práctica del buceo con botella, se consideró que la diabetes,
por el riesgo potencial de inconsciencia y muerte, era una contraindicación
absoluta para este deporte. Aunque se prohibió de manera taxativa en
los años 70 la práctica del buceo a los diabéticos (a raíz
de un accidente mortal en un diabético, sin relación probada
con su enfermedad), la realidad es que han seguido buceando a lo largo de
estos años, en la mayoría de los casos ocultando su condición.
El incremento del riesgo que supone esta situación y el hecho de no
registrase una mayor siniestrabilidad en los diabéticos que bucean,
ha obligado a sociedades y organismos relacionados con la salud y el buceo
a desarrollar unas recomendaciones empíricas y a diseñar estudios que
verifiquen el riesgo real asociado al buceo en este grupo en particular.
El UK
Sports Diving Medical Committee establece como condiciones
para la práctica del buceo en diabéticos:
- Satisfacer una serie de criterios médicos.
- La adopción de medidas de seguridad adicionales
a las habituales para el buceo.
Criterios médicos
(comunes a DMNID y DMID)
1.
No deben
existir complicaciones evolutivas de la diabetes.
2. Condiciones
médicas:
-
Tratamiento sin modificaciones
mayores en el último año.
-
No episodios de hipoglucemia sintomática
seria en el último año.
-
No hospitalización en el
último año por condición relacionada con la diabetes.
-
Control satisfactorio de la diabetes
en el último año (HbA1c <9 %).
-
No existe microalbuminuria.
-
No existe retinopatía (puede
considerarse una excepción la retinopatía incipiente).
-
No existe neuropatía sensitiva,
motora o autonómica.
-
No evidencia de micro o macroangiopatía.
3.
Adicionalmente
se requiere un informe del endocrinólogo sobre si existe en su opinión
algún problema físico o mental que incapacite para la realización
de ejercicio extenuante (al margen de la diabetes).
4.
Debe realizarse
un examen físico anual completo por un médico relacionado
con el buceo.
5. Es
imprescindible en diabéticos mayores de 50 años, la realización
de un ECG de esfuerzo.
Bajo criterios semejantes y contemplando
medidas de seguridad complementarias a las habituales, la asociación
Divers Alert Network ha iniciado
una línea de investigación en diabetes y buceo.
De los 550 accidentes fatales y los 2400
casos de enfermedad descompresiva en buceadores recogidos en los archivos
de DAN entre 1989 y 1994, 7 (1.27 %) y 8 (0.33 %) respectivamente eran diabéticos.
Esto supone unas tasas semejantes a las del resto de los buceadores.
Aunque puede argumentarse que de forma natural se produce una selección
que aleja a muchos diabéticos del buceo, no es menos cierto que el
seguimiento escrupuloso de las normas de seguridad generales y la adopción
de medidas adicionales pueden contribuir a que el buceo sea una actividad
aun más segura en los diabéticos que en el resto de los buceadores.
Según encuestas realizadas por DAN a sus afiliados (1991 y 1995), 129
buceadores con DMID han realizado más de 27.000 inmersiones sin experimentar
complicaciones de importancia por hipoglucemia. Basándose en estos
datos, DAN organiza desde 1997 varias expediciones de buceo controlado
con diabéticos insulino dependientes, al objeto de obtener datos reales
sobre la seguridad y establecer un protocolo de normas en este grupo. Hasta
la fecha no se ha recogido ningún caso de efecto adverso relacionado
con hipoglucemia.
Recomendaciones prácticas para el buceador con DMID
1.
No es recomendable bucear mas de 2 veces al día, durante mas de 3 días
consecutivos, para aumentar el margen de seguridad respecto
a la acumulación de nitrógeno.
2. Es
importante mantener un estado de hidratación adecuado
y respetar escrupulosamente las recomendaciones generales respecto a descanso,
consumo de alcohol...
3.
Planificar la inmersión (profundidad, temperatura del agua
prevista, hora de inmersión, duración de la misma...) para calcular
sobreesfuerzos y prever los ajustes necesarios en la dosis de insulina, ingestión
de alimento... El diabético no debe realizar buceos profundos
(por debajo de -30 m), para evitar la posible confusión entre hipoglucemia
y narcosis por nitrógeno.
4.
Reducir
la dosis habitual de insulina entre un 10 y un 30 %, según la intensidad
del esfuerzo previsto. Ingerir un suplemento nutritivo adicional
aproximadamente media hora antes del inicio de la inmersión. Debe iniciarse
esta en situación de moderada hiperglucemia (150-200 mg/dl).
5.
Deben conocerse los niveles de glucosa antes y después
de la inmersión. En los protocolos de investigación se establecen
3 determinaciones previas (1 hora, 30 minutos y 5 minutos antes) y otra inmediatamente
después. Si entre los 3 valores previos existe un descenso importante
debe considerarse suplementar con alimento o suspender la inmersión.
Si alguna de las determinaciones previas a la inmersión es igual o
menor de 80 mg/dl, debe suspenderse sin más consideraciones.
6.
Es imprescindible asegurar una reserva accesible de azúcares
de rápida absorción (en general glucosa), que pueda utilizarse
de forma inmediata durante la inmersión si aparecen síntomas
sugestivos de hipoglucemia (ver "kit del buceador diabético").
7.
Es aconsejable registrar en el logbook datos sobre la dosis
de insulina, determinaciones de glucemia, ingestión de alimento...
de forma que puedan utilizarse como referencia en futuras inmersiones.
8.
Debe establecerse una señal inequívoca que permita
al diabético informar bajo el agua al resto del equipo si aparecen
síntomas de hipoglucemia. En algunos ensayos se ha utilizado
como señal una "L" formada por el índice y el pulgar
de la mano derecha, pero puede usarse cualquier otra previamente acordada.
El
compañero de buceo
El compañero de un buceador diabético
debe reunir algunas características especiales:
1.
Debe saber como funcionan los aparatos de determinación de glucemia
y estar familiarizado con el manejo de las situaciones de emergencia
en caso de hipoglucemia: administración de glucosa, inyección
intramuscular de glucagón (hormona que contrarresta la acción
de la insulina y constituye algo así como su "antídoto"),
etc.
2.
Es preferible que se trate de un acompañante habitual.
3.
No debe ser diabético a su vez.
4.
Debe conocer una señal de comunicación de hipoglucemia que sea inequívoca
bajo el agua.
5.
Debe asumir la responsabilidad de vigilar estrechamente a su
compañero diabético y ser capaz de reconocer cuando este no se halla
en condiciones normales.
6.
Debe extremar la atención para evitar la separación bajo el
agua y observar escrupulosamente las medidas de seguridad en
caso de que esta se produzca.
7.
Es importante que conozca la ubicación de la reserva de glucosa
de seguridad e incluso que el mismo porte una reserva adicional.
Actuación
en situaciones de emergencia
1.
Ante
la aparición de síntomas de hipoglucemia, por leves que estos
sean, el diabético debe transmitirlo al equipo o al compañero
(señal "L"). La realización de esta señal supone la suspensión
inmediata de la inmersión y la adopción de las siguientes medidas
de seguridad.
2.
El
auxilio del compañero en estas circunstancias debe ser inmediato.
Debe valorar la gravedad de la situación. Si el comportamiento del
diabético es anómalo, la actuación del compañero se vuelve
entonces fundamental y debe asumir el protagonismo. Si no es así, el
propio diabético debe asumir el control inicial. La primera medida
a adoptar es la de ingerir inmediatamente glucosa (reserva destinada a tal
fin). Seguidamente se iniciará el ascenso.
3.
Durante
el ascenso deben respetarse, si es posible, una velocidad adecuada
y las paradas de seguridad o descompresión. Es aconsejable realizarlo
usando boya de descompresión. Si el diabético es incapaz, el
compañero debe controlar el ascenso, y en cualquier caso, este último
vigilará que el ascenso se desarrolle de forma adecuada.
4.
En superficie,
se procederá a inflar el chaleco de compensación y a señalizar
la posición, requiriéndose después ayuda inmediata de
la embarcación de apoyo. En una inmersión desde orilla, deberá
regresarse a la misma intentando que el diabético realice el menor
esfuerzo posible.
5.
En
diabéticos sin complicaciones, la administración de glucosa
revierte de forma rápida y completa los síntomas de hipoglucemia.
Si persisten, debe considerarse seriamente la posibilidad de enfermedad descompresiva,
e iniciar cuanto antes las medidas recomendadas en esta situación.
6.
Ya
en la embarcación o en la orilla, debe valorarse la utilización
de glucagón en inyección intramuscular (ver "kit
del buceador diabético"), según el estado de recuperación,
y administrar un nuevo suplemento de glucosa. Inmediatamente después
se realizará una determinación de glucosa en sangre (ver "kit
del buceador diabético). La actuación posterior dependerá
de este valor y de la evolución de los síntomas.
7.
Durante
el traslado a puerto conviene adoptar una posición de
reposo, acostado boca arriba o de lado, administrar líquidos por boca,
y controlar síntomas y nivel de glucosa si fuese necesario.
8.
En
caso de PÉRDIDA DE CONOCIMIENTO.
Bajo el agua, esta es una situación muy grave, potencialmente
mortal. Las maniobras de reanimación son muy difíciles de realizar
e inefectivas si no se eleva el nivel de glucemia. La única forma segura
y efectiva de revertir una situación de inconsciencia por hipoglucemia
es la administración de glucagón intramuscular, lo cual bajo
el agua es técnicamente muy difícil, si no imposible. El compañero
debe asegurar la posición del regulador en la boca del diabético
e iniciar el ascenso lo antes posible, vulnerando incluso las reglas de seguridad
y las paradas (ascenso de emergencia controlado). Ya en superficie puede intentarse
la administración de glucagón si se dispone de él y requerir
ayuda inmediata de la embarcación de apoyo. La mejor intervención
ante la pérdida de conocimiento es PREVENIR Y EVITAR
su aparición.
9.
Si
se considera necesario, tras una hipoglucemia que supone una situación
de emergencia, debe requerirse atención médica
lo antes posible.
El kit del buceador
diabético
Todo diabético debe disponer de
un equipo específico que llevará en cada inmersión. Se compone
de:
1.
Suplementos de glucosa accesibles y en contenedores
estancos (al menos 2):
-
Sticks de gel de glucosa.
-
Suero glucosado 5% en bolsa
de 100 ml (de uso médico).
-
Soluciones comerciales de
elevada concentración de glucosa (50%): Glucosmón
R50 .
-
Cantimploras adaptables al
regulador que contengan una solución azucarada.
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2.
Equipo de autocontrol de glucemia:
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3.
Brazalete de alerta médica (opcional).
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4.
Jeringa
para inyección intramuscular de glucagón.
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